Hola peñita!
Ya ha pasado más de un mes desde que volví... buff que malo es trabajar! Pero me he guardado esta entrada para el final, porque sinceramente fue yo creo que lo mejor que hice en China: por el sitio, el cambio de escenario, y sobre todo por la compañía.
Mi profe-amiga Beibei me preguntó el tercer día de clase si me apetecería ir con ella y con su amiga a ver una montaña muy bonita cerca de Chengdu. Yo pensé que se trataba de Emei Shan, que es superconocida y muy turística - aunque yo no fui a verla... . Bueno, pues no, se trataba de la QingCheng Mountain - QingCheng Shan en chino para los que vayáis. Y la tal amiga de Beibei, resulta que es una asidua a esa montaña, no por que le guste hacer senderismo en sus ratos libres, sino porque desde pequeña va allí con su padre, un reputado lo-que-sea de la religión Taoista. La montaña QingCheng es en realidad una "montaña taoista", en el sentido de que está plagada de montasterios taoistas, y todo lo que se recauda en la entrada (si, las montañas tienen "entrada"), en los restaurantes, tiendas de recuerdos, etc. sirve para mantener a los monjes y "monjas" del lugar.
No entiendo mucho de religiones-filosofías chinas, pero el rollito taoista tiene muy buena pinta, la verdad. Viven semi-recluidos en sus monasterios, y aunque no puedan tener hijos, se pueden convertir en monje tanto hombres como mujeres (las "monjas"), y por lo que pude comprobar son bastante pro-tecnología. Los que vi por allí hablaban por el iPhone...
Y mi viaje fue el siguiente: quedé a las 8 de la mañana con Beibei en la uni, y cogimos un taxi hasta la estación de tren del norte. Como estábamos bastante habrientos, Beibei me llevó a un sitio a tomar un desayuno típico chino. Of course, olvídate del café con leche (gran aberración para ellos); podéis ver los "manjares" que tomamos:
Básicamente es arroz caldoso con verduras en vinagreta, una empanadilla de carne mu mu rica, y "sopa" dulce de noseque. Según ella, estaba demasiado dulce y no la tomó; in my opinion, eso tenía de dulce poquito, es más, era una especie de aguachirri con poco sabor. Pero me sentó bien, y la verdad es que es un desayuno bastante contundente.
A las 9 quedamos con su amiga Sharon (nombre que se auto-concedió porque le gustaba, 译之 es su nombre real - buscadlo en el Google Translator para la pronunciación!). Nos montamos en el tren y fuimos a QingCheng. El tren super moderno y muy rápido, les doy un 10. Llegamos en 1 horita, y de ahí cogimos un bus que nos llevó a la falda de la montaña. Por supuesto, teníamos la opción de los taxis piratas para ir allí en vez del bus, pero eran muy caros y un gran timo. Mejor coger el bus, que aunque sea otra "experiencia basada en el refrote", tampoco es para tanto. Y pude ver una pelea en toda regla entre dos ancianos para entrar... que total, para acabar apiñados igualmente...
La falda de la montaña es la siguiente:
Mola eh! Pues resulta que la "enchufada" de la amiga de Beibei consiguió que nos colaran gratis, y nos ahorramos unos cuantos yuanes. A partir de ahí subimos la montaña por un caminito de piedra como este:
El viaje duró unas 3 horas, en las cuales vimos varios monasterios, y en uno de ellos paramos a comer. Para ellas el precio de todo lo de allí era exagerado, pero para que os hagáis una idea, comida para 3 personas por unos 60 yuanes, 7 euros!!!! Ni os lo penséis, comed allí!
En la mitad del recorrido a la cima finalizamos nuestra andadura, `porque ya eran cerca de las 2 de la tarde y había que volver. Pero no nos fuimos sin antes visitar a un gran amigo de Sharon - bueno, de su padre- el monje barbudo taoista... menudo personaje! Sintiendolo mucho no puedo colgar fotos de este señor, porque era muy tímido y no quería, pero nos invitó a un te y estuvimos una media hora con el charlando. Y entonces llegó el MOMENTAZO DEL VIAJE! Se me quedó mirando un rato, y luego dijo que ADMIRABA MI BARBA! jajajaja! que bueno! El tema es que su barba era larga pero "irregular"; es decir, pegotes de barba aquí y allí, y claro, no lucía tanto, y supongo que mi pelusilla de 4 días era envidiable para el. Tal y como dice el anuncio:
Billete a Chengdu: 1000 €
Comida en Qing Cheng Shan:7 €
Que un monje taoista te diga que admira tu barba: no tiene precio!!!!
Y a continuación, unas cuantas fotos de la aventura:
En el tren de ida
Andamios en la montaña
Sandalias que se compró allí Sharon para subir la montaña
Paisaje verde verde!
Por supuesto, para los vagos hay opciones... en el medio hay un chino gordo!
My friends
El simbolo taoista por excelencia
My BFF BeiBei
Foto sacada POR MI de postal, eh!?
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